domingo, 11 de septiembre de 2011

GALERÍA DE NOTABLES (VIII): DON ÁLVARO DE LUNA

Condestable de Castilla y Maestre de la Orden de Santiago. Hijo del Copero Mayor del rey Enrique III y de una mujer del pueblo que la historia reconoce con el sobre nombre de la Cañeta. Nació en Cañete (Cuenca) el año 1390 y murió decapitado en Valladolid el 2 de julio de 1453.

Desde muy joven vivió en la Corte. Su talento y el haber coincidido en ciertos gustos con el Juan II, rey desde su infancia, les unió en una gran confianza. Por comodidad, falta de carácter y condiciones para gobernar, el rey puso en manos de Álvaro de Luna las tareas del gobierno de Castilla en calidad de privado, pero que ejercería el poder como absoluto señor. Los nobles, molestos por el poder otorgado por Juan II a su privado, se conjuró contra don Álvaro de Luna y consiguió su separación de la Corte por destierro en dos ocasiones, siendo precisa su presencia como insustituible en el gobierno de Castilla. La lucha contra los Infantes de Aragón fue constante en defensa del rey y de sus derechos. Venció a los musulmanes en la conocida batalla de la Hombrihuela, cerca de Granada, y derrotó a los nobles sublevados en Olmedo.

Isabel de Portugal, la segunda esposa del rey, cuyo matrimonio había sido concertado por el propio Condestable, se tornaría después en su peor enemigo, pues fomento y favoreció la conspiración de los nobles contra él, logrando del rey la orden de prisión del favorito. Iniciado el proceso, y acusado de manera irrazonable de haberse apoderado de la voluntad del rey mediante brujerías y malas artes, fue condenado a muerte y ejecutado en la Plaza Mayor de Valladolid, ante una multitud de afines y seguidores que lloraron su muerte. Recibió sepultura en lugar indigno al considerarlo como un malhechor. Su familia consiguió dar una nueva visión de su imagen, siendo llevados sus restos posteriormente a la Capilla del Condestable de la catedral de Toledo, en donde reposan.

Es muy posible que el final de la Reconquista se hubiese adelantado en varias décadas, de haber corrido la suerte del Condestable de manera distinta. Juan II moría un año después acosado y tenso por la falta de su valido y por la presión continua ejercida por los nobles hacia su persona, que se verían sometidos más tarde por su hija Isabel de Castilla, casada como de todos es sabido con Fernando de Aragón, los Reyes Católicos, matrimonio que entre otras muchos beneficios consiguieron para España el final de la Reconquista y la unidad nacional.

(En la fotografía: Estatua a don Álvaro de Luna en la plaza de Cañete, su villa natal)

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