A
fe que la noticia, sorprendente donde las haya, se comenta con un breve titular
que lo dice todo: “Un restaurante de la Mancha Coquense, La Posada Real, de Santa María del Campo
Rus, ha elaborado la mejor paella del mundo”. Ha sido como resultado del
Concurso Internacional de Paella Valenciana celebrado en la ciudad de Sueca.
Su artífice, el cocinero Julián
García, ha recibido el diploma correspondiente y una importante cantidad en
metálico de 2.500 euros. El segundo clasificado fue un restaurante de Cullera,
Casa Picanterra, y el tercero el Chambao de Miami. Entre los finalistas varios
resturantes españoles (valencianos muchos de ellos) y otros procedentes de
Hamburgo, de Tokio y de Nueva Zelanda, además del que obtuvo el tercer premio,
de los EE.UU.
Sueca está considerada como la
Ciudad Arrocera de España, con una producción anual muy cercana a las 40.000
toneladas de arroz, en una superficie de 5.000 hectáreas de
cultivo.
Conozco Santa María del Campo Rus en
la provincia de Cuenca, debido a mis frecuentes viajes a San Clemente, vía
Castillo de Garcimuñoz. Conocía de él la magnífica calidad de sus quesos de
oveja en todas las variedades, famosos en la comarca; pero ignoraba que en su
restaurante local guardaran secreta esta habilidad gastronómica que les ha
situado a la cabeza del mundo en la preparación de paellas, tan propia de la
región valenciana.
Los ingredientes empleados por el
ganador son los propios en calidad y en cantidad, para un servicio de quince
comensales, a saber: arroz de la tierra, aceite de oliva, pollo, conejo,
caracoles, habichuelas secas (llamados garrafones), judías verdes, alubias
blancas, tomate maduro, azafrán, colorante, pimentón dulce, agua y sal; lo que
está al alcance de cualquiera, si bien es el arte y el sentido del gusto lo que
se valora; justo lo que ha puesto Julián García, el cocinero de este modesto
restaurante de pueblo, al que no nos queda sino el felicitar cordial, admirable
y muy sinceramente.
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